27 enero 2006

“Cuéntame cómo paso…”



Todos los jueves por TVE internacional, se transmitía hasta hace poco, un episodio de “Cuéntame cómo pasó”, serie de TV española que ya en su sexta temporada en España, muestra cómo una típica familia de clase media española transita desde fines de la década de los sesentas hasta principio de los setentas, la España franquista.

Descubrí esta serie durante una visita que realicé a mi amigo Martín, cuando vivía en Barcelona el año 2003. En esa ocasión me invitó junto a Claudia, su esposa, a mirar este programa del que toda España hablaba y del cual ellos eran fanáticos. Pues debo confesar que, a pesar de no entender mucho al principio, me gustó. No fue hasta varios meses después que, sintonizando TVE internacional, me di cuenta de que la serie seguía y que los capítulos que aquí pasaban exactamente los mismos que pasaban en España.

La verdad es que no soy para adicto a series de TV últimamente (aunque en una época quizás lo fui). Sin embargo, ésta me enganchó, y creo que por lo muy atípico de su formato. La base es la historia de la familia Alcántara contada por la voz en off de su hijo menor Carlos, quien en el momento de la historia solo tiene 10 años, y que observa cómo él va cambiando y creciendo junto con los dramas que viven el resto de su familia y el resto de su barrio y el país. Los personajes bien pensados, con un padre que pasa de drama en drama en sus distintos trabajos, conservador aunque políticamente indiferente; una madre que trata de cuidar de su hogar “como corresponde” pero que representa la primera generación de mujeres decididas a trabajar y a emprender; la hija mayor media hippie, que no sabe muy bien para donde va el carro, y que se enamora y casa con el cura joven del barrio (catalán y “rojo”); el segundo hijo abogado, anti-franquista y anarquista, un clásico joven con ideales de cambiar todo, pero que no sabe ni cómo dominar su propia vida sentimental; y el resto del reparto entre la abuela ultra conservadora que enviudó en la guerra civil, los típicos vecinos copuchentos, etc.

Hay que decir que tienen muchas similitudes con la serie norteamericana Los Añoa Maravillosos (The wonder years (1988)), lo que le ha valido más de una crítica de plagio. A pesar de eso, y que los años maravillosos también me gustaban mucho, “Cuéntame…” tiene el plus de la cercanía con el contexto de la historia, de las costumbres, y por el hecho de que, finalmente, tenemos muchos más nexos y cosas en común con la realidad española que con la gringa.

Veremos que nos depara la próxima temporada. Altamente recomendable.

Foto: www.lavozdegalicia.es

20 enero 2006

Para Denise


Te dedico este lugar en el ciberespacio. Probablemente es muy pequeño comparado con el tremendo espacio que ya ocupas en mi corazón y mente.

Ya ha pasado un año desde que nuestras almas se conocieron (nuestros cuerpos ya se habían topado algunos meses antes), y es sin duda lo mejor que me ha podido pasar.

Deseo tenerte a mi lado cada vez más cerca y por mucho mucho tiempo más.

¡¡Amo a la “Amara”!!

16 enero 2006

“Y tendremos PresidentA”

Y ganó Bachelet. No huele a sorpresa, más bien a algo que caía de maduro. Las razones políticas se las dejamos a los “expertos”. La diferencia no fue estrecha como en otras elecciones, por lo que uno puede deducir que mucha mas gente en el país se dejó seducir por la idea de tener una mujer de presidente plus todo lo demás (continuidad, imagen de Lagos, etc., etc.)

Yo voté nulo. Y lo hice porque en primera vuelta voté por la opción del Juntos Podemos… y porque considero que era consecuente de mi parte manifestar que ninguna de las dos opciones en juego en la segunda vuelta me complacía. ¿Más cerca de la Concertación? Si, pero crítico a muchas cosas que han pasado en el ultimo tiempo, como el excesivo conformismo, la bajísima autocrítica (que se tradujo muchas veces en prepotencia tanto del Presidente, de otras autoridades como de adherentes comunes). Absolutamente lejos de la derecha, de eso no cabe duda. Nunca votaré por la misma gente que apoyó una Dictadura, y por lo mismo, muertes y desaparecidos, por el solo hecho de que las cosas empezaron a funcionar en la Macroeconomía. Para mí, no tienen autoridad moral para gobernar, y al menos eso aun “el pueblo” pareciera saber distinguir.

Espero que lo hagan bien en estos 4 años. Que se corrijan cosas y que sobre todo se apunten a temas más de fondo, no a superficialidades que te puedan asegurar continuidad después de este período. Que todas las promesas declaradas por la nueva PresidentA electa se hagan realidad, aunque en esto espero que me otorguen al menos el beneficio de la duda.

02 enero 2006

“Un año más… que se va…”


¿Cuántos se han ido ya? Así sigue el estribillo de esta cumbia que es sin duda una de las más conocidas por todos, y más escuchadas en celebraciones de año nuevo.
No tengo intenciones de hacer una descripción semántica de esta canción ni menos interpretaciones que rayen en lo filosófico, pero debemos estar de acuerdo en que sus letras simples algo dicen.
Se fue el 2005 y comienza un nuevo año. A estas alturas de mi vida, con 35 años, un podría decir que los números dicen cada vez menos. Si es 2006 o 2008, poca diferencia hace. Sin embargo, al haber nacido precisamente el año 1970 (¡gran cosecha!), es inevitable el calculo aritmético, el contar los años e irremediablemente saber que los años pasan.
No sé muy bien que es lo que espero este año. Solo una vez tomé la iniciativa de escribir lo que los gringos hacen y llaman “new year’s resolutions”, es decir, qué metas se esperan cumplir durante el año en curso, guardarlas en un sobre y abrirlo al final del año para saber si éstas se cumplieron o no. Y bueno, aprovecho este medio escrito para dejarlas estampadas, y revisar una vez llegado el 2007, qué fue lo que se cumplió y qué no.
1) Suena de perogrullo, tener salud, tanto mis seres queridos como yo.
2) Trabajo… mmm, supongo que seguir teniendo empleo. ¿Dónde? Quizás no en cualquiera parte. Tengo planes y deseos, aunque quizás no tanta motivación, de seguir trabajando en educación y específicamente en el MINEDUC. Marzo será un mes crucial, pero no sé muy bien que pasará.
3) En lo sentimental, seguir consolidando mi actual relación. Seguir creciendo como pareja, reforzando el amor que existe. Quiero que este año se definan cosas importantes, que tengan que ver con la proyección a futuro.
4) En cuanto a los amigos, que crezca el número de “sobrinos”. Varios de ellos se han encaminado en esto, y espero que tengan suerte.
5) Nuevo presidente. La verdad es que en esto no me pronuncio, puesto que me confieso prácticamente indiferente a quién resulte electo.

Bueno, veremos que pasa cuando volvamos a bailar o tararear “un año más” a finales de este 2006.